En los dos primeros siglos
del cristianismo no se celebraba la Navidad. Los cristianos solo empezaron a
interesarse por el día en que Jesús nació cuando decidieron organizar el año
basándose en la vida de Jesús. Los manuscritos antiguos señalan que al final
del siglo segundo hubo testimonios de disputas sobre diferentes fechas para el
nacimiento de Jesús –el 6 o 10 de enero, el 19 o 20 de Abril, el 20 de Mayo y
el 18 de Noviembre– y que poco después el teólogo Origen de Alexandría dijo que
solo los pecadores celebraban los fechas de nacimiento de sus reyes, y que los
cristianos celebraron las fechas de muerte de sus mártires, ya que eran los
días que entraron en el cielo. Esto indica que los primeros cristianos no
celebraban la fecha de nacimiento de Jesús y que tampoco sabían exactamente
cuando había nacido.
Se supone que la fecha del
25 de diciembre fue impuesta por el emperador romano Constantino, que estaba
interesado en conseguir una sola religión para todos sus súbditos. En aquella época existía otra religión monoteísta, el
mitraísmo, también llamada Sol Invictus, que daba mucha importancia al ciclo del sol y
celebraba el solsticio de invierno: el día más corto del año cuando el sol parece renacer. Por
razones pragmáticas, las autoridades cristianas aceptaron celebrar en esta fecha –un 25 de Diciembre
según el calendario Juliano de entonces– el nacimiento de Jesucristo.
El cristianismo
adoptó aún otras características de esta otra religión monoteísta. Sol Invictus
logró además que los cristianos dejasen de celebrar su día de descanso semanal
el sábado, como tradicionalmente lo habían hecho, para celebrarlo el domingo,
el día que, en varios idiomas, está dedicado al sol. La palabra inglesa Sunday,
por ejemplo, significa día del sol.
Las autoridades
cristianos luego explicaron estas decisiones de otra manera. Sobre el
nacimiento de Jesús dijeron que antes del año 221 Sextus Julios Africanus dió
la fecha del 25 de marzo tanto para la anunciación como para la pasión de
Jesús, lo que con una gestación de 9 meses apunta a un 25 de diciembre como su
fecha de nacimiento. Y sobre la celebración de la misa semanal señalaron que
Jesús resucitó un domingo.
¿Cuándo nació Jesús
realmente? Para averiguarlo algunos estudian los evangelios. Al analizar toda
esa información –el hecho que los pastores que adoraron a Jesús habían dormido
al raso señala que no era invierno / el invierno tampoco es la mejor época para
organizar un censo– ofrecen luego una fecha determinada. Sin embargo, toda esa
información no es necesariamente correcta. Como muchas de los detalles
relacionados con el nacimiento de Jesús vienen de religiones anteriores al
cristianismo, los autores de estos evangelios pueden haberlas añadido con el
próposito de convencer a los paganos que Jesús era el ‘salvador de la tierra’
que ellos esperaron.
¿No sabemos entonces
el día en que nació Jesús? Hay una buena razón para suponer que nació el
primero de enero. ¿Por qué? Porque cuando reflexionamos sobre el calendario
cristiano vemos que lo lógico es empezarlo tanto el año como el día en que
nació.
De una sociedad que
da tanta importancia al solsticio de invierno uno puede esperar que empiece el
año ese día, porque de esa forma consiguen un calendario en el que los tres
primeros meses se refieren al invierno, los tres siguientes a la primavera, los
siguientes tres al verano y los tres últimos al otoño. El hecho de que
celebramos el solsticio de invierno (la navidad), pero no empezamos el año ese
día, parece indicar que, aunque las autoridades cristianas aceptaron celebrar
el nacimiento de Jesús ese día, no querían perder de vista la fecha en que
nació realmente: el día que empieza el año.
Cuando ahora
consultamos el santoral cristiano vemos que el primero de enero, el primer día
del año, se festeja el nombre de Jesús, también Emmanuel o Manuel, lo que
indica que efectivamente la iglesia asocia ese día con el nacimiento de Jesús.
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